Poema con un pepino dentro
A veces desde esta ladera después de la puesta de sol
se tiñe el canto del cielo
de un verde muy pálido, como la carne del pepino
cuando lo pelas con mucho cuidado.
*
En Creta, una vez, en verano,
Como seguía haciendo calor a medianoche,
Nos sentamos en una taberna junto al agua
Para contemplar las barcas que se mecían a la luz de la luna,
Bebiendo vino de resina y comiendo ensalada
De yogur, eneldo y rodajas de pepino.
*
Una pizca de sal, algo parecido a la fécula, algo
como una especie de esencia de hierba o de hojas verdes
en la lengua es la lengua
y el pepino
en mutuo avance.
*
Desde que embarazoso es una palabra,
Embarazar debe de haber sido una palabra,
Ahora en desuso, e incluso entonces
Para una persona a la que en situación embarazosa
Debe haberle parecido algo metódico y bien pensado
Ponerse ante el fregadero a pelar un pepino.
*
Si crees que voy a hacer
Un juego de palabras sexual en este poema, estás en un error.
*
En el arcano tormento sufrido por la tierra
Cuando el fuego se fue enfriando y se acomodó
En granito, caliza, serpentina y pizarra,
Es posible imaginar que, bajo amarillentas nubes químicas,
La espuma derretida, después de haber ardido mucho tiempo,
Soñaba con liberarse,
Y que aquel sueño, nebuloso,
Pero con creciente nitidez, tomó la forma
Del agua, y que fue luego ésta, quien de forma más nebulosa aún, imaginó
La piel verde oscuro y la carne verde ópalo del pepino.
De "Time and materials"
Traducción de Jaime Priede