viernes, 16 de noviembre de 2007

C. K. Williams en "Publicaciones del Sur" (Cádiz)



El periódico gaditano Arcos Información publicó ayer una crítica de Jorge de Arco al libro de poemas Reparación del poeta estodounidense C. K. Williams:


LA PRETÉRITA LUZ DE C.K.WILLIAMS

"Se edita por vez primera en España un poemario de C.K.Williams (Newark, Nueva Jersey, 1936). Con “Reparación”, (Bartleby Editores. Madrid, 2007) el autor norteamericano obtuvo en 2000 el premio Pulitzer de poesía. Ahora, Jaime Priede -quien ya tradujese para este mimo sello “Todos nosotros”, de Raymond Carver-, ha vertido al castellano de forma sobresaliente este emocionante y enigmático volumen en el que se adivina el pulso de un poeta hondo y refinado.

Desde que en 1969 publicase “Lies”, C.K.Williams ha dado a la luz ocho poemarios -muchos de ellos distinguidos con importantes galardones, el “American Academy of Arts and Letters Award”, y el “Guggenheim Fellowship”, entre otros- y ha alternado su tarea lírica con la de profesor de escritura creativa en la Universidad de Princeton y la de traductor de clásicos como Sófocles y Eurípides, además de Francis Ponge y Adam Zagajewski.

Que el título de este volumen, “Reparación”, venga signado por la exclusividad de una palabra no es casual. La mayor parte de los poemas que lo integran obedecen a este arquetipo, a esta intencionada concisión. Desde esa personal premisa, C.K. Wiliams vertebra una singular argumentación, en donde el contenido narrativo se une con sabiduría al esquema rítmico y estrófico de la composición. “Sus poemas se reconocen al instante como propios debido a su peculiar configuración en largos versos que se expanden de margen a margen y basculan en el siguiente. Se crea así un enorme espacio en el poema, todo un mundo de asociaciones y resonancias”, anota en su liminar Jaime Priede. En ese citado “espacio”, es en el que el vate estadounidense quiere integrar al lector, hacerlo partícipe de su voz, alzarlo hasta la vibrante noria de su decir, sumergirlo en las aguas que mojan su cántico: “Incluso ahora siento un miedo helador/ al pensar que podía no haberte encontrado,/ mi amor, o no haber creído en ti,/ y andar rodando aún sobre otro techo”.

Con insistencia, C.K Williams vuelve su mirada al reino del pasado. En muchos de sus poemas se insertan expresiones tales como “durante aquella época”, “en aquellos días”, “fue una época”, y en buena parte de ellos (“Suciedad”, “La taza”...), sus ojos regresan a la pretérita luz de la niñez, dichosa y doliente, solitaria y confortadora. Al mismo tiempo que aquella memoria existe para él “como un recuerdo de lo más huidizo”, su corazón persigue detenerse una vez más en los protagonistas y escenarios que lo sostuvieron tantos años al filo de su infantil acontecer. Tal vez por eso, se detenga ahora con paternal sensibilidad en Owen, su nieto de siete días -a quien está dedicado este libro-, y hace por adentrarse en sus ojos y sentirse “totalmente confundido/ por la diáfana/ fuerza/ de propulsión/ de tanto amor/ que me tiene atrapado”.

El verbo de de C.K. Williams vibra de modo armónico, aun cuando se detiene con analítico rigor en pormenorizadas descripciones o detalladas escenas de su ayer. La exigencia lírica con la que trata su cotidianeidad hace que la lectura de este sólido poemario deje un muy grato regusto, un sincero anhelo de una pronta, nueva y “reparadora” entrega".

Jorge DE ARCO
Publicaciones del Sur
15-11-07